domingo, 1 de enero de 2012

Feliz Daño Nuevo

Bueno, aunque para mí ha sido en gran medida un día bastante normal, los tipos que se sacaron de la manga esa chorrada tremendamente cutre que conocemos como calendario gregoriano opinan lo contrario, y a esos tipos se les hizo caso en su momento y yo no puedo decir nada en contra. La lacra de la marginalidad, supongo.

En fin, la cuestión es que, a modo de seguir de forma irónica esa estúpida tradición de enunciar las cosas que uno quiere para el año en curso, diré las mías. Para este año nuevo quiero escribir algo más en este blog, comprarme un piano y aprender a tocarlo, mejorar mis escasas habilidades de dibujo y composición musical y pelotas de colores. Sí, pelotas de caucho; rojas, azules, verdes, amarillas, y, qué coño, violetas. Ah, y un monociclo, un mechero de petaca y un muñeco de acción Turboman.

De todos modos, aprovecho para declarar que, de ahora en adelante, esta es la canción oficial para el día de año nuevo:


Sólo quería decir eso. Ahora podéis ir en paz y demos gracias al Fonz.